Post by faires on May 13, 2006 14:54:13 GMT -5
LOS ORIGENES DE LA HISTORIETA EN EL MUNDO
Al hablar de los antecesores de la historieta o cómic, es inevitable nombrar los murales egipcios en forma de tira (que incluían imagen y texto), las cristaleras, el tapiz de Bayeux, las bandas que rodean las columnas romanas conmemorativas (como la Trajana o la de Marco Aurelio), los retablos medievales y los aleluya (con los que, mediante imágenes, se explicaban al pueblo historias, crímenes y sucesos en general), los dibujos de las civilizaciones precolombinas e incluso las primitivas pinturas rupestres. Sin embargo, su historia se relaciona más correctamente con la de la imprenta y la caricatura.
El cómic (que nace casi al mismo tiempo que el cine) pronto desarrollará su particular lenguaje icónico, y las primitivas viñetas, todas del mismo tamaño y con los textos al pie o tímidamente incluidos en el dibujo, serán sustituidas por viñetas de diferentes tamaños y situación y, sobre todo, evolucionarán rápidamente los modos y alcances de los textos. Estos se incluirán, casi desde el principio, en globos o bocadillos, su particular forma, así como el tamaño y dibujo de las letras, constituyen, por sí solos, todo un modo de expresión independiente. El uso de onomatopeyas, escritas con grandes letras, ciertos símbolos ya universalmente aceptados (como una sierra cortando un tronco para indicar sueño o una bombilla que se enciende para explicar que el personaje ha tenido una idea) tienen un alcance comunicativo que difícilmente puede lograr otro medio de expresión. Inicialmente estas historietas tenían carácter cómico, de ahí el nombre: cómic-strip (tira cómica).
LA HISTORIA DEL COMIC EN JAPON:
Los antecedentes del manga (el cómic japonés) son los Ukiyo-e, grabados que proliferaron durante el Período del Edo (1600-1867), una época de dictaduras feudales que provocó descontento y frustración social. Estos grabados solían ser parodias políticas que retrataban fielmente las costumbres cotidianas de la cultura japonesa de la época.
En el año de 1814, el artista Katsushika Hokusai comenzó a realizar dibujos en los cuales narraba historias cortas protagonizadas por samuráis, representando las guerras y sucesos por los cuales había atravesado Japón durante aquel período.
En 1930 ve la luz Ogon Bat en Japón, un semidios justiciero que combatía el crimen, un pequeño preferente al mundo delos superheroes. Sus autores: Ichiro Suzuki y Takeo Nagamatsu.
El primer autor japonés que rompe las filas de material extranjero es Rakuten Kitazawa (1876-1955) en el suplemento dominical del diario Jiji Shimpou.
El suplemento se llamaba Jiji Manga (he aquí la génesis del nombre).
En 1945 se crea un antes y un después en la historia del manga, de la mano del "manga no kamizama" (Dios Viviente del Manga): Osamu Tezuka.
Es el responsable por completo de toda la estética, la narrativa y la puesta en página de lo que conocemos actualmente como manga.
Inspirado por los dibujo de Disney (de ahí viene el look de los ojos grandes), Tezuka vuelca todo su amor por el cine y la animación en planchas de papel barato y expande su forma de ver los mangas a través de obras como Jungle Tatai (Kimba, el león blanco), Astroboy, Tetsuwan-Atom (Jet Marte) y Ribon no Kishi Otro autor que se destacó mucho fue Katsuhiro Otomo.
Ciencia ficción, fantasía, y aventura cotidiana relajaron a toda una generación.
Personajes como Centella (1968), Mazinger Z (1980, izquierda), Fantasmagórico (1975) y Meteoro (1982-
1985) triunfaron también en el resto del mundo.
La humanidad de los personajes nipones, que tenían debilidades y se enamoraban, calaron perfectamente en América.
Las series se desarrollaron con longitudes extensas y numerosas sagas, como en el caso del popular manga Dragon Ball, en la que se narran las aventuras de Goku y de todos los personajes a los que va conociendo a lo largo de más de siete mil páginas.
Espero que les guste este pequeño dato ¡BESOS! ;)
;D
Al hablar de los antecesores de la historieta o cómic, es inevitable nombrar los murales egipcios en forma de tira (que incluían imagen y texto), las cristaleras, el tapiz de Bayeux, las bandas que rodean las columnas romanas conmemorativas (como la Trajana o la de Marco Aurelio), los retablos medievales y los aleluya (con los que, mediante imágenes, se explicaban al pueblo historias, crímenes y sucesos en general), los dibujos de las civilizaciones precolombinas e incluso las primitivas pinturas rupestres. Sin embargo, su historia se relaciona más correctamente con la de la imprenta y la caricatura.
El cómic (que nace casi al mismo tiempo que el cine) pronto desarrollará su particular lenguaje icónico, y las primitivas viñetas, todas del mismo tamaño y con los textos al pie o tímidamente incluidos en el dibujo, serán sustituidas por viñetas de diferentes tamaños y situación y, sobre todo, evolucionarán rápidamente los modos y alcances de los textos. Estos se incluirán, casi desde el principio, en globos o bocadillos, su particular forma, así como el tamaño y dibujo de las letras, constituyen, por sí solos, todo un modo de expresión independiente. El uso de onomatopeyas, escritas con grandes letras, ciertos símbolos ya universalmente aceptados (como una sierra cortando un tronco para indicar sueño o una bombilla que se enciende para explicar que el personaje ha tenido una idea) tienen un alcance comunicativo que difícilmente puede lograr otro medio de expresión. Inicialmente estas historietas tenían carácter cómico, de ahí el nombre: cómic-strip (tira cómica).
LA HISTORIA DEL COMIC EN JAPON:
Los antecedentes del manga (el cómic japonés) son los Ukiyo-e, grabados que proliferaron durante el Período del Edo (1600-1867), una época de dictaduras feudales que provocó descontento y frustración social. Estos grabados solían ser parodias políticas que retrataban fielmente las costumbres cotidianas de la cultura japonesa de la época.
En el año de 1814, el artista Katsushika Hokusai comenzó a realizar dibujos en los cuales narraba historias cortas protagonizadas por samuráis, representando las guerras y sucesos por los cuales había atravesado Japón durante aquel período.
En 1930 ve la luz Ogon Bat en Japón, un semidios justiciero que combatía el crimen, un pequeño preferente al mundo delos superheroes. Sus autores: Ichiro Suzuki y Takeo Nagamatsu.
El primer autor japonés que rompe las filas de material extranjero es Rakuten Kitazawa (1876-1955) en el suplemento dominical del diario Jiji Shimpou.
El suplemento se llamaba Jiji Manga (he aquí la génesis del nombre).
En 1945 se crea un antes y un después en la historia del manga, de la mano del "manga no kamizama" (Dios Viviente del Manga): Osamu Tezuka.
Es el responsable por completo de toda la estética, la narrativa y la puesta en página de lo que conocemos actualmente como manga.
Inspirado por los dibujo de Disney (de ahí viene el look de los ojos grandes), Tezuka vuelca todo su amor por el cine y la animación en planchas de papel barato y expande su forma de ver los mangas a través de obras como Jungle Tatai (Kimba, el león blanco), Astroboy, Tetsuwan-Atom (Jet Marte) y Ribon no Kishi Otro autor que se destacó mucho fue Katsuhiro Otomo.
Ciencia ficción, fantasía, y aventura cotidiana relajaron a toda una generación.
Personajes como Centella (1968), Mazinger Z (1980, izquierda), Fantasmagórico (1975) y Meteoro (1982-
1985) triunfaron también en el resto del mundo.
La humanidad de los personajes nipones, que tenían debilidades y se enamoraban, calaron perfectamente en América.
Las series se desarrollaron con longitudes extensas y numerosas sagas, como en el caso del popular manga Dragon Ball, en la que se narran las aventuras de Goku y de todos los personajes a los que va conociendo a lo largo de más de siete mil páginas.
Espero que les guste este pequeño dato ¡BESOS! ;)
;D